Hay un tema que me preocupa profundamente y es la sobreprotección de los hijos.
La protección es algo natural y necesario para la supervivencia, pero hemos de equilibrarla para que permita a los niños autonomía, maduración y crecimiento. Se trata de dejarlos crecer y madurar.
Creo que muchos padres no son conscientes de los daños que ocasiona esta manera de proceder; con ella no los dejan crecer ni completar su maduración y desarrollo psicológicos.
Os recomiendo que leáis con detenimiento el artículo de la psicóloga y pedagoga Celia Rodríguez Ruíz publicado en Escuela de padres de Educapeques y titulado Orientaciones para evitar la sobreprotección de los hijos en el que analiza los riesgos de la protección y nos proporciona 10 orientaciones para evitar la sobreprotección:
- Ayúdale a construir una imagen de interior de sí mismo lo más positiva posible.
- Encuentra un equilibrio en la protección para que le permita ser autónomo.
- Transmítele una percepción tranquilizadora del mundo. Si ven peligros y no tienen autonomía, le creara mucha inseguridad.
- Dale confianza cuando crea que no puede hacer algo. Es importante hacerle ver que sí puede y dejarle que él solo pueda hacerlo.
- Ocúpate de él/ella. Es importante que perciba esa atención y se sienta seguro para explorar el mundo.
- No desestimes los miedos del niño/a pero tampoco los aumentes. Escúchale, compréndele y ayúdale a ver las cosas de otro modo.
- No te excedas en advertencias del tipo cuidado te vas a caer, eso no. Es importante estar pendientes del pequeño pero dejarle hacer. Es decir que él/ella se perciba solo para afrontar retos.
- No hagas cosas por ellos, que pueden hacer por sí mismos. Es importante desarrollar su autonomía y responsabilidad.
- Ante las dificultades, conflictos o problemas que tenga el niño no intervengas enseguida y deja que experimente formas de acción.
- Deja que se equivoque o se frustre de vez en cuando (sin que haya peligro para su integridad física o psicológica). De este modo irá madurando.
interesante artículo. como han cambiado las cosas (hablo desde mi experiencia personal y no soy tan mayor) Recuerdo que de pequeño yo tenía que conseguir las cosas, no era pedirlas y ya las tenía en las manos; me equivocaba y encima me regañaban a veces, pero aprendía de mis fallos y si me caía, me decían que me levantara (si no era nada serio, obvio) pero ahora lo tienen todo hecho, todo dado y casi casi viven entre algodones (sin generalizar, que hay casos para todo)¿qué nos ha pasado a la sociedad en este aspecto?
ResponderEliminarCreo que influyen múltiples factores Miguel. Considero que no hay nada más difícil que educar, se trata de encontrar ese equilibrio del que habla este artículo y así se lo hago saber a los padres de mis alumnos.
EliminarYo he sido una niña sobreprotegida (soy hija única) y he tenido que luchar mucho para superar mis inseguridades. Por ello trato, por todos los medios, de educar convenientemente a mis alumnos.